MADRID Quedó ayer en libertad tras prestar declaración
El 'pequeño' Nicolás: 'Delirios megalómanos', familia humilde
18/10/2014
Estudiaba Derecho en el Centro Universitario de Estudios Financieros (CUNEF),uno de los más caros de España, donde un solo curso cuesta más de 9.000 euros, «vestía bien» y se movía en coches de alta gama. Por eso nadie entiende en Prosperidad, el humilde barrio madrileño donde se crió Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, detenido a los 20 años acusado de falsedad, estafa y usurpación de identidad, cómo podía mantener el alto ritmo de vida que llevaba cuando su padre es repartidor y su madre auxiliar de una gestoría. «Son gente normal, alguien le ha debido ayudar a hacer todo lo que ha hecho porque él solo no habría podido», afirmaban ayer los vecinos del barrio.
El ya conocido como pequeño Nicolás se codeaba con las altas esferas del PP. Viajaba algunas veces en coches lujosos con chófer. Y se fotografiaba con pesos pesados del mundo político y económico -Jose María Aznar, Esperanza Aguirre, el Rey, Arturo Fernández...-, para solaz de su madre, que presumía de hijo en los bares del barrio,según el relato de conocidos de la familia: «Venía diciendo 'mirad con quién ha estado mi hijo'».
Ayer, en la calle donde se crió, con varios pequeños negocios cerrados por la crisis, la mayoría guardaba silencio. «Es un chico con mucho don de palabra, es muy majete», recordaba un vecino de los padres, que ayer no se dejaron ver por su casa tras quedar en libertad su hijo después de prestar delaración ante la jueza.
Varios vecinos afirmaban que su padre, Paco, lleva tiempo sin la furgoneta de reparto -la familia posee un Opel Vectra antiguo y un Ford Fiesta- y creen que ahora podría estar en paro. Tampoco se extrañó ayer en Prosperidad la presencia de su único hijo, que se mudó «hace unos años a vivir con su abuela» en Chamberí y desde entonces se deja ver poco por casa de sus padres. «Alguna vez venía con un cochazo», recordaba un vecino. «Era un chaval que renegaba del barrio», afirmaba otro.
En Chamberí, a los vecinos del bloque donde vive la abuela, de 90 años, «y que está muy enferma», según residentes de la zona, tampoco les sonaba la cara del chaval. Y entonces, ¿dónde vive? Era una pregunta que ayer nadie sabía contestar, aunque algunos tenían sus sospechas. En Prosperidad se rumoreaba que el joven, que se movía como pez en el agua en las altas esferas, haciéndose pasar por miembro del Gobierno, asesor económico o trabajador del CNI para afianzar sus contactos y hacer negocios, vivía en otro piso, en un «barrio bien». «Él siempre ha sido un poco pijo, le gustaba vestir de marca», asegura un conocido del pequeño Nicolás, que estudió hasta 4º de la ESO en el colegio religioso San Francisco de Asís.
http://www.elmundo.es/madrid/2014/10/18/54417c4bca4741b30b8b457a.html
El padre de Gómez-Iglesias, que estudia en CUNEF, es repartidor y vive en Prosperidad
Le denunció un ejecutivo bancario a quien timó prometiendo negocios con Moncloa
En su facultad algunos aseguraban que 'iba a llegar a ser presidente del gobierno'
Estudiaba Derecho en el Centro Universitario de Estudios Financieros (CUNEF),uno de los más caros de España, donde un solo curso cuesta más de 9.000 euros, «vestía bien» y se movía en coches de alta gama. Por eso nadie entiende en Prosperidad, el humilde barrio madrileño donde se crió Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, detenido a los 20 años acusado de falsedad, estafa y usurpación de identidad, cómo podía mantener el alto ritmo de vida que llevaba cuando su padre es repartidor y su madre auxiliar de una gestoría. «Son gente normal, alguien le ha debido ayudar a hacer todo lo que ha hecho porque él solo no habría podido», afirmaban ayer los vecinos del barrio.
El ya conocido como pequeño Nicolás se codeaba con las altas esferas del PP. Viajaba algunas veces en coches lujosos con chófer. Y se fotografiaba con pesos pesados del mundo político y económico -Jose María Aznar, Esperanza Aguirre, el Rey, Arturo Fernández...-, para solaz de su madre, que presumía de hijo en los bares del barrio,según el relato de conocidos de la familia: «Venía diciendo 'mirad con quién ha estado mi hijo'».
Ayer, en la calle donde se crió, con varios pequeños negocios cerrados por la crisis, la mayoría guardaba silencio. «Es un chico con mucho don de palabra, es muy majete», recordaba un vecino de los padres, que ayer no se dejaron ver por su casa tras quedar en libertad su hijo después de prestar delaración ante la jueza.
Varios vecinos afirmaban que su padre, Paco, lleva tiempo sin la furgoneta de reparto -la familia posee un Opel Vectra antiguo y un Ford Fiesta- y creen que ahora podría estar en paro. Tampoco se extrañó ayer en Prosperidad la presencia de su único hijo, que se mudó «hace unos años a vivir con su abuela» en Chamberí y desde entonces se deja ver poco por casa de sus padres. «Alguna vez venía con un cochazo», recordaba un vecino. «Era un chaval que renegaba del barrio», afirmaba otro.
En Chamberí, a los vecinos del bloque donde vive la abuela, de 90 años, «y que está muy enferma», según residentes de la zona, tampoco les sonaba la cara del chaval. Y entonces, ¿dónde vive? Era una pregunta que ayer nadie sabía contestar, aunque algunos tenían sus sospechas. En Prosperidad se rumoreaba que el joven, que se movía como pez en el agua en las altas esferas, haciéndose pasar por miembro del Gobierno, asesor económico o trabajador del CNI para afianzar sus contactos y hacer negocios, vivía en otro piso, en un «barrio bien». «Él siempre ha sido un poco pijo, le gustaba vestir de marca», asegura un conocido del pequeño Nicolás, que estudió hasta 4º de la ESO en el colegio religioso San Francisco de Asís.
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