En los tiempos que corren nos encontramos con síntomas difusos, momentos de malestar a los que no somos capaces de poner nombre y que acabamos bautizando como ansiedad o angustia.
Decimos los psicólogos que la ansiedad es miedo al miedo y, con frecuencia, colocamos calificativos, así nos encontramos la ansiedad anticipatoria, la ansiedad por separación, la ansiedad rasgo, la patológica y la adaptativa, sólo por mencionar algunas.
Ansiedad, es ese "monstruo" el que nos acecha bajo la cama, en el armario, esperando para chafarnos la tarde de domingo o un examen de matemáticas.
La ansiedad viene acompañada de toda una serie de síntomas: apatía, indecisión, bajada del rendimiento, preocupación, problemas de memoria, de concentración, sentimientos de minusvaloración o insomnio son síntomas conocidos, y me estoy quedando corto.
En la actualidad se están empleando métodos diversos para los problemas de ansiedad desde el punto de vista del terapeuta, como pueden ser:
Técnicas de relajación específicas, como las de Jacobson.
Meditación.
Técnicas de introspección y aceptación.
Tratamiento de los síntomas asociados.
Sin embargo, aunque la validez de estas técnicas es mucha, la ansiedad es algo más que un mal momento. Es algo que nos acompaña — siempre indico que el estrés, la ansiedad, el miedo, la pena, la tristeza, son cosas que están en nuestro “circuito impreso” y que podemos modular su impacto, pero no “librarnos de ellos”— porque tiene una función. Tanto es así, que hay eventos muy importantes, pero positivos, que desencadenan ansiedad. Son ejemplos de ello una boda o un nacimiento, aunque por suerte, no hay acontecimientos tan movilizadores con demasiada frecuencia, ¿o sí?
Cuando la ansiedad ya está instalada en nuestro pecho o en nuestro vientre, cuando no se va aunque no tengamos una visión clara de las razones, hay que echar voluntad y hacer cambios.
A cada vida corresponde un nivel de ansiedad.
Una buena idea es hacer un pequeño estudio de la personalidad, aprender dónde se pueden introducir con más facilidad los cambios, dejar de remar contracorriente, aprender técnicas y obtener perspectiva.
Nosotros te invitamos a comenzar ahora.
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