El fallo del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea confirmando que las tasas que Mastercard aplica a los comercios
son ilegales al perjudicar la libre competencia a la hora de fijar los
precios minoristas ha reabierto la puerta para que el pequeño comercio
pida la rebaja de las comisiones que actualmente pagan por cada compra que
se realiza con dinero electrónico.
El pequeño comercio acaba de ver la luz al final del túnel del conflicto
que desde hace años mantiene con las entidades financieras, en general, y
con las compañías expendedoras de tarjetas de crédito y de débito en
particular, por las comisiones que estas últimas cobran por cada operación
que se realice.
Un enfrentamiento que puede tener sus días contados, tras el fallo del
Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmando que las tasas que
Mastercard aplica a los comercios son ilegales al perjudicar la libre
competencia a la hora de fijar los precios minoristas.
"Se trata de una decisión histórica cuyo impacto todavía es pronto para
calibrarlo", señalaba a EL DIA el secretario general de la Confederación
Española de Comercio (CEC), José Guerrero, recordando que aunque las
comisiones se han rebajado tras el acuerdo alcanzado en 2005 entre las
asociaciones comerciales y los sistemas gestores sobre la fijación de las
tasas multilaterales de intercambio en los pagos por tarjeta, todavía
siguen siendo muy altas y se mantienen constantes desde 2010.
"A esto hay que sumarle que son las propias compañías emisoras de las
tarjetas las que deciden, por cuenta propia, qué tasas aplican a uno u
otro comercio, dentro de los límites máximos establecidos".
En concreto, entre el 0,4% y el 1,2% del valor de la transacción, según
los cálculos de la Comisión Europea, que cifra en unos 25.000 millones de
euros al año los costes para los comerciantes derivados de esta tasa.
Elevada factura
Una cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta la difícil situación
que atraviesa el pequeño comercio ante el parón de la demanda interna y
que puede verse aumentada tras las últimas medidas contra el fraude
aprobadas por el Gobierno limitando el pago en efectivo.
"Partiendo de la base de que en nuestro país el mercado de terminales de
punto de venta (TPV) está monopolizado por la banca se trata de una vía
más para que ésta nos fría aún más a comisiones", indicaba Guerrero.
Por este motivo, desde la Confederación se va a pedir al Gobierno que la
sentencia de la Unión Europea se aplique en nuestro país y se haga
extensible al resto de sistemas de medios de pago. "Consideramos que la
Comisión Nacional de la Competencia debe tomar cartas en el asunto",
apostilla el secretario general de la CEC, matizando que aunque la
sentencia les arma de argumentos tampoco van a pedir la eliminación total
de las comisiones por el uso de tarjetas en las transacciones comerciales.
"Somos realistas y por eso vamos a centrar nuestros esfuerzos en conseguir
un acuerdo justo", concluía.
Mas información en PYMESCHAMARTÍN 915195828
Europea confirmando que las tasas que Mastercard aplica a los comercios
son ilegales al perjudicar la libre competencia a la hora de fijar los
precios minoristas ha reabierto la puerta para que el pequeño comercio
pida la rebaja de las comisiones que actualmente pagan por cada compra que
se realiza con dinero electrónico.
El pequeño comercio acaba de ver la luz al final del túnel del conflicto
que desde hace años mantiene con las entidades financieras, en general, y
con las compañías expendedoras de tarjetas de crédito y de débito en
particular, por las comisiones que estas últimas cobran por cada operación
que se realice.
Un enfrentamiento que puede tener sus días contados, tras el fallo del
Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmando que las tasas que
Mastercard aplica a los comercios son ilegales al perjudicar la libre
competencia a la hora de fijar los precios minoristas.
"Se trata de una decisión histórica cuyo impacto todavía es pronto para
calibrarlo", señalaba a EL DIA el secretario general de la Confederación
Española de Comercio (CEC), José Guerrero, recordando que aunque las
comisiones se han rebajado tras el acuerdo alcanzado en 2005 entre las
asociaciones comerciales y los sistemas gestores sobre la fijación de las
tasas multilaterales de intercambio en los pagos por tarjeta, todavía
siguen siendo muy altas y se mantienen constantes desde 2010.
"A esto hay que sumarle que son las propias compañías emisoras de las
tarjetas las que deciden, por cuenta propia, qué tasas aplican a uno u
otro comercio, dentro de los límites máximos establecidos".
En concreto, entre el 0,4% y el 1,2% del valor de la transacción, según
los cálculos de la Comisión Europea, que cifra en unos 25.000 millones de
euros al año los costes para los comerciantes derivados de esta tasa.
Elevada factura
Una cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta la difícil situación
que atraviesa el pequeño comercio ante el parón de la demanda interna y
que puede verse aumentada tras las últimas medidas contra el fraude
aprobadas por el Gobierno limitando el pago en efectivo.
"Partiendo de la base de que en nuestro país el mercado de terminales de
punto de venta (TPV) está monopolizado por la banca se trata de una vía
más para que ésta nos fría aún más a comisiones", indicaba Guerrero.
Por este motivo, desde la Confederación se va a pedir al Gobierno que la
sentencia de la Unión Europea se aplique en nuestro país y se haga
extensible al resto de sistemas de medios de pago. "Consideramos que la
Comisión Nacional de la Competencia debe tomar cartas en el asunto",
apostilla el secretario general de la CEC, matizando que aunque la
sentencia les arma de argumentos tampoco van a pedir la eliminación total
de las comisiones por el uso de tarjetas en las transacciones comerciales.
"Somos realistas y por eso vamos a centrar nuestros esfuerzos en conseguir
un acuerdo justo", concluía.
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