- El bazar 'Té con Limón' cerrará tras liquidar todas las existencias
- 'Es imposible continuar; ya no sale claro el sueldo de todos', dice el dueño
- Ocho personas, entre ellas él y sus dos hijos, se quedarán en la calle
- El dueño coloca un cartel dando las 'gracias' a políticos, sindicatos y bancos
- Está pensando mudarse al extranjero tras vender el local
César Calle, 52 años, no tiene pelos en la lengua. Habla con la sinceridad del que se dejó la piel en el intento y ya no tiene nada que perder. Como muchos emprendedores, lo apostó todo a un negocio, un bazar. En su caso en Prosperidad. Hace 15 años montó "una de las tiendas de referencia del barrio", según los vecinos, creó empleo -llegaron a trabajar en su tienda hasta 12 personas-, y cuando vinieron mal dadas, le cerraron todas las puertas. No salía más agua del grifo.
Ni créditos ICO, ni aplazamientos de los pagos a la Seguridad Social. Nada. Día tras día veía que el negocio cada vez tiraba menos. Hasta un 30% de pinchazo en las ventas en los últimos tres años. "Yo he vivido tres crisis ya pero ninguna como ésta", relata César en López de Hoyos, donde está su tienda, y donde todo el mundo le saluda con cariño.
Su fachada se ha convertido en la más famosa del barrio y casi de todo Madrid. "Viene gente de otros barrios a darnos su apoyo", relata el empresario. Por encima del escaparate ha puesto un cartel enorme en el que da las gracias de forma irónica a los "culpables" de la dramática situación que tiene al país con 5,2 millones de parados: "Gracias al bipartidismo español, a la corrupción política, a los ex dirigentes por sus pensiones vitalicias, a la CEOE por destruir empleo, a los sindicatos por no hacer nada, gracias por recortar los derechos de los ciudadanos..."
Los bancos tampoco se salvan de la quema en este grito mudo de otro empresario que se va a pique. "No entiendo lo de los créditos ICO a las empresas, ¿cómo puede ser que digan en los anuncios que son al 3% de interés y luego resulta que son al 7%, más del doble?", se pregunta con resignación. "No se protege ni ayuda al pequeño comercio", razona.
Los descuentos del 20% al 70% han hecho aumentar las ventas 'una barbaridad'
Desde que colocó el cartel en su negocio, de 900 m2, las ventas "han aumentado una barbaridad". Descuentos desde el 20 al 70% en todo tipo de productos. Porque Té con Limón es algo más que un gran bazar. Cerca de 10.000 artículos de todo tipo: juguetes, cafeteras, perfumes, cuadros, relojes, armarios, lámparas, flores, plantas, elementos variados de decoración...
"El margen es casi nulo, a veces se pierde dinero", dice el empresario, que aun así ya tenía precios supercompetitivos en el barrio antes de la liquidación. Incluso los chinos, que ya le han hecho varias ofertas para alquilarle el local, suelen pasar por allí a ver el género. Pero César quiere vender. También su casa, muy cerca del local.
"Hoy en día es imposible mantener un negocio si se tiene todo en regla", explica César, que dice el volumen de negocio -algunos días han bajado a 1.500 euros de facturación- lo hace inviable. "Los trabajadores entienden que hemos hecho todo lo que hemos podido; no es que hayamos tocado fondo, es que es insoportable continuar, ya no sale claro el sueldo de todos y los bancos no abren el grifo",asegura el empresario, que se considera uno más de los trabajadores.
"El margen es casi nulo, a veces se pierde dinero", dice el empresario, que aun así ya tenía precios supercompetitivos en el barrio antes de la liquidación. Incluso los chinos, que ya le han hecho varias ofertas para alquilarle el local, suelen pasar por allí a ver el género. Pero César quiere vender. También su casa, muy cerca del local.
"Hoy en día es imposible mantener un negocio si se tiene todo en regla", explica César, que dice el volumen de negocio -algunos días han bajado a 1.500 euros de facturación- lo hace inviable. "Los trabajadores entienden que hemos hecho todo lo que hemos podido; no es que hayamos tocado fondo, es que es insoportable continuar, ya no sale claro el sueldo de todos y los bancos no abren el grifo",asegura el empresario, que se considera uno más de los trabajadores.
'Los trabajadores entienden que hemos hecho todo lo que hemos podido'
"Los ocho nos quedaremos sin trabajo, y dos de ellos son mis hijos, en base a lo que ellos digan haremos nosotros, si quieren irse al extranjero nos iremos con ellos, porque luego si no, ¿cuándo les veríamos?", se pregunta César con resignación. Aun así es consciente de que lo que le espera más allá de Pirineos no es ninguna bicoca."Tengo una hija en Holanda, y gana mil euros, le da para vivir".
"Hemos probado todo, pero es imposible mantener esto", dice David, 26 años, uno de los empleados, que explica que en el negocio son todos "como una gran familia". "Hemos aumentado los horarios, hemos hecho descuentos, pero nada", explica David, que acaba de tener un niño y ve el abismo del paro bajo sus pies. "Intentaré buscar algo de lo que estudié, magisterio de Educación Física, pero está complicado".
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