lunes, 9 de enero de 2012
El comercio de Chamartín contra la competencia salvaje
Los políticos en una gravísima dejación de sus función regulatoria favorecen a los grandes capitales mayoritariamente foraneos desregulando los horarios commerciales y sometiendo a todas las personas que trabajan en el comercio a una competencia salvaje sin parangón en ningún otro área de actividad económica. La paradoja es que ello solo van en pro de empresas extrajeras como grandes superficies y las conocidas como tiendas de chinos con un empleo de infima calidad e imposibilitando de hecho al comerciante a conciliar lo más mínimo la vida familiar y laboral; un sector donde era ya muy difícil esa conciliación ahora se verá avocado a la imposibilidad o la desaparición en una decisión revestida de libertad
¿Quien no ha visto en esas mentadas tiendas a los hijos de los emigrantes pasarse horas y horas en un lugar absolutamente inadecuado para su crianza y educación.
Tendremos lo que nos merecemos. El tiempo por desgracia nos colocará a cada uno en nuestro lugar
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