Sirvanos, si es que hiciera falta, como excusa para sin salir del barrio aprovechar a visitar estas excelentes instalaciones que día a día se van convirtiendo en un auténtico referente culinario.
Es cierto que para procurarse viandas de calidad con las que elaborar nuestro platos acudimos al mercado, pero no es menos cierto que cada vez va cuajando más los muchos establecimientos de hostelería que ofrecen un gran calidad dentro de su estructura que días fríos, de viento o no digamos ya los lluviosos nos animan a visitarles y degustarlos.
Como no pueden ser todo alabanzas hay una asignatura pendiente. Los amplios pasillos a cubierto animan a que familia con niños decidan ir al mercado en vez de cualquiera de la gran variedad de oferta de bares, cafeterías y restaurantes en el barrio. Es normal que habiendo tantos niños en algunas ocasiones estos molesten y hagan travesuras, pero esa es una ventaja que tiene el mercado que el resto no pueden ofrecer. Hay que buscar como encauzarles más que protestar por ellos. Estamos seguros que con el dinamismo y buen hacer del mercado de Prosperidad conseguiréis que acudan muchos más niños acompañados por sus padres y que, haciendo de necesidad virtud, terminéis siendo un referente de madrid por el trato a los menores
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar