http://www.elmundo.es/madrid/2017/09/04/59a9454946163f01778b45ed.html
Menú del día: Abuelita Alicia, para comer en traje de faena.
JAVIER DÍAZ MURILLO. Madrid 4 SEP. 2017
"Excelente menú del día", "hacen muy buenos bocatas", "gran calidad-precio"... A veces las redes sociales aportan pistas sobre los sitios y ayudan a tomar una decisión, aunque es recomendable marcar distancias y comprobar lo que se cuece in situ. El anonimato de los que opinan sin ni siquiera haber pisado un comedor ya ha desatado una guerra entre hosteleros y algunas plataformas de valoración. El último esperpento es ese hotel de Pamplona que a tres semanas de su inauguración ya tenía una crítica negativa sobre la cama supletoria.
Abuelita Alicia, Cardenal Siliceo, 4 (Madrid) |
En el caso que nos ocupa resulta complicado encontrar alguna apreciación mala, el lugar existe desde 1997, y la gente, al menos, parece que le ha hincado el diente al asunto. Abuelita Alicia es un entrañable bar de barrio, de la 'Prospe' para más señas, que sólo se ha dedicado a calentar los pucheros a la antigua usanza que desde que abrió sus puertas, con viandas reconocibles, recetas de andar por casa y un servicio amigable.
"Aquí no hay Thermomix, funcionamos con perolas, fuego, tiempo y mucho amor. Tratamos de tener un trato muy cercano con el cliente y que los que no tengan más remedio que comer fuera de su casa se alimenten bien", dice José María Company, propietario junto con su mujer, Carmen Valiente. Company trabajó durante muchos años como gerente del departamento de hostelería en un bingo, pero lo que le ha gustado desde siempre es el trajín de la barra y la sala.
Su equipo ya casi es una familia. "Las recetas son de mi mujer y las plasman unas cocineras que llevan casi 20 años con nosotros", comenta José María. "Lo de Abuelita es porque queríamos darle un toque familiar", continúa, "y qué hay más familiar que una abuela, y Alicia porque mi hija se llama así". A José le gusta atender las mesas personalmente. Le acompañan cuatro camareras que no paran ni un segundo. La fuerza de trabajo aquí es femenina por mayoría.
Nos encuentran una mesa en la parte superior del único salón. Desde ahí se ve todo lo que ocurre en este micromundo. Hay muchos obreros en traje de faena y también parejas, familias, el 40% de la clientela es habitual, según nos cuentan. Las mesas se ocupan y desocupan a cada rato. Está claro que el menú del día es un pilar de esta casa. "Pues te puedo decir que es el 60% de nuestra producción", aclara el dueño. En plena temporada pueden despachar entre 170 y 180, es decir, entre las 13.00h y las 17.00h cada asiento se reutiliza tres veces.
Pedimos de primero la crema de puerros y apio. Llega en un santiamén y nos resulta muy sabrosa. Aquí la cuchara sigue reinando incluso durante el verano. De hecho, los jueves tienen cocido. No lo pueden quitar, aunque la calle burbujee a 37º. De segundo, unos tiernos solomillitos de cerdo al roquefort, con el punto de queso justo para no saturar, y de postre el clásico arroz con leche.
El menú cambia a diario. Se elige entre siete u ocho entrantes y unos seis principales, bebida, pan, postres caseros o café. Siempre hay algo de verdura, pasta, ensaladas, cuchara, y luego carnes y pescados. También se puede comer de raciones: rabo de toro, croquetas, codillo, etc. Sin embargo, aquí el rey es el menú y para Company "es el patito guapo de la gastronomía y hace que todo lo demás funcione".
"Aquí no hay Thermomix, funcionamos con perolas, fuego, tiempo y mucho amor. Tratamos de tener un trato muy cercano con el cliente y que los que no tengan más remedio que comer fuera de su casa se alimenten bien", dice José María Company, propietario junto con su mujer, Carmen Valiente. Company trabajó durante muchos años como gerente del departamento de hostelería en un bingo, pero lo que le ha gustado desde siempre es el trajín de la barra y la sala.
Su equipo ya casi es una familia. "Las recetas son de mi mujer y las plasman unas cocineras que llevan casi 20 años con nosotros", comenta José María. "Lo de Abuelita es porque queríamos darle un toque familiar", continúa, "y qué hay más familiar que una abuela, y Alicia porque mi hija se llama así". A José le gusta atender las mesas personalmente. Le acompañan cuatro camareras que no paran ni un segundo. La fuerza de trabajo aquí es femenina por mayoría.
Nos encuentran una mesa en la parte superior del único salón. Desde ahí se ve todo lo que ocurre en este micromundo. Hay muchos obreros en traje de faena y también parejas, familias, el 40% de la clientela es habitual, según nos cuentan. Las mesas se ocupan y desocupan a cada rato. Está claro que el menú del día es un pilar de esta casa. "Pues te puedo decir que es el 60% de nuestra producción", aclara el dueño. En plena temporada pueden despachar entre 170 y 180, es decir, entre las 13.00h y las 17.00h cada asiento se reutiliza tres veces.
Pedimos de primero la crema de puerros y apio. Llega en un santiamén y nos resulta muy sabrosa. Aquí la cuchara sigue reinando incluso durante el verano. De hecho, los jueves tienen cocido. No lo pueden quitar, aunque la calle burbujee a 37º. De segundo, unos tiernos solomillitos de cerdo al roquefort, con el punto de queso justo para no saturar, y de postre el clásico arroz con leche.
El menú cambia a diario. Se elige entre siete u ocho entrantes y unos seis principales, bebida, pan, postres caseros o café. Siempre hay algo de verdura, pasta, ensaladas, cuchara, y luego carnes y pescados. También se puede comer de raciones: rabo de toro, croquetas, codillo, etc. Sin embargo, aquí el rey es el menú y para Company "es el patito guapo de la gastronomía y hace que todo lo demás funcione".
La Abuelita Alicia
Cardenal Siliceo nº4
28002 MADRID
Telf.: 914132900
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