Actualización a 15 de diciembre de 2020
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Ayer contestó Sonia Cea Quintana Concejal de Chamartín |
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Así titula elconficencial.com titula hoy esta noticia que está alterando a los vecinos pues es un centro más de tipo industrial que comercial y prueba de ello es que no atienden público, no están abiertos al público, si no las llamadas cocinas fantasmas ya que solo atienden por internet y son los mensajeros de Globo, Deliberoo, Uber etc quienes acuden a estas instalaciones a recoger los pedido y llevarlos a domicilio.
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Los vecinos andan alterados y con razón. Por menos se les prohibió en Bélgica y tienen problemas allí donde se instalan pues necesitan estar cerca para que los pedidos lleguen en condiciones (de temperatura sobre todo pero no lo único). Sus requisitos de trabajo exigen una inmediatez que ni de lejos conseguirían en un polígono industrial. Pero ahí radica el problema que, debiéndose instalar en esas zonas donde no molestan pretenden estar cerca de sus clientes y los pagan los prospereños, aquellos madrileños colindantes con estas instalaciones. ¿Pueden imaginarse el trajín de mensajeros a todas horas?
Pero no queda ahí los problemas pues los ruidos a deshoras son más que esperables. Y con todo y con eso el brutal cableado que han soterrado desde el transformador; porque si el Simply que tenía aquel local no se quedaba manco en el uso de electricidad, los cables que han instalado son mucho más gruesos para el altísimo consumo.
En fin que desde aquí no entendemos se de licencia para esta actividad que incomodará como muy pocas a la vecindad de las familias que habitan aquellas viviendas. Y saldrán por Cartagena y el lio está asegurado con esa calle que ya ha demostrado su incapacidad con el corte de López de Hoyos.
En fin que si es cierto que no lo pueden prohibir no se a que espera Almeida para aprobar un ordenanza más, mucho más restrictiva.
Merece y mucho la pena leer el artículo original: